El monstruo personifica la transgresión y el desorden. Su existencia subvierte los límites aceptables de lo físico, lo biológico e incluso lo moral. por lo tanto, siempre implica una amenaza, no sólo porque el monstruo encarnaba de forma mítica-metafórica nuestros miedos, sino porque nos pone en contacto con el lado oscuro del ser humano, porque refleja nuestros deseos más íntimos. Esta condición conecta directamente al monstruo con lo fantástico ya que representa (y excita) nuestros temores, al mismo tiempo que es un instrumento perfecto para problematizar nuestros códigos cognitivos y hermenéuticos. Además, el monstruo no es un ser estático, sino que evoluciona a través del tiempo y cambia de acuerdo con su ubicación histórica o geográfica. El monstruo se resiste porque nuestros miedos persisten, ya que cualquier noción de normalidad y orden, conlleva implícita su propia subversión.
Líneas temáticas:
- Las perspectivas teóricas: monstruosos y fantásticos
- El monstruo y sus efectos
- El monstruo en la Modernidad: la tradición y la experimentación
- Monstruos posmodernos: entre el homenaje, la reinvención y la parodia
- Monstruos artificiales
- Mutaciones monstruosas
- Los monstruos del espacio exterior
- Animales monstruosos
» Página web de GEF (Grupo de Estudios sobre lo Fantástico)
» Revista Brumal
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